Carlos Danilo Coloma Harnisth.

Quito, 5/5 /2020

El cambio sustantivo que aflora en la pandemia tiene múltiples expresiones, desde la organización de la producción basada en la propiedad privada de los medios de producción, hasta las expresiones religiosas, morales y políticas que han dado forma a las naciones estado.

La expresión mas visible de estos cambios es la destrucción del empleo y el incremento del desempleo, en consecuencia, la contracción o reorientación del consumo y los flujos de dinero para sustentar la demanda de servicios de salud y alimentación; situaciones similares han vivido las sociedades en pandemias anteriores o guerras.

 Dos aspectos le confieren singularidad a la situación actual, la naturaleza global del confinamiento de las personas y las familias, y la conservación de infraestructura social o productiva subutilizada. Se podrían añadir un sinfín de expresiones menores o de distribución de impactos en las distintas estructuras del tejido social.

Los procesos de producción y de servicios se repliegan a los espacios de vivienda, configurando una suerte de regreso a los talleres de artesanía, manufactura y recuperación de la salud, asistimos probablemente a una feudalización del capitalismo con tecnología avanzada.

 El relacionamiento social virtual penetra todo el tejido social limitando al máximo el desplazamiento físico o motorizado de las personas y de las familias. Los medios de pago electrónicos mantienen la circulación, intercambio y consumo de las mercancías y servicios públicos y privados.  Los rituales y cultos se practican en casa, los servicios religiosos, artísticos y culturales circulan por las redes; la política y el ejercicio de derechos y obligaciones sociales se desmaterializan.

Por hoy se avizora un cambio en la relación de la sociedad con la naturaleza física en favor del medio ambiente, una suerte de pandemia reguladora de la relación hombre- naturaleza. Muerte y debilitamiento de la fuerza laboral y restricción en el uso del espacio físico.

 La sostenibilidad de esta nueva relación esta muy lejos de ser garantizada por el Estado Nación y las instituciones internacionales que les sustentan.

@cdcolomah