Ma. Alejandra Trujillo M.

Los Mayas decían que nuestra vida estaba regida por trecenas que nos llevarían a completar cada treces días un propósito, el cual siempre se antepone al siguiente ciclo como una manera para evolucionar y trascender en sabiduría.

Mantener esta práctica espiritual me ha permitido que cada propósito me ayude a tener altas frecuencias de energía para ver la vida de una forma diferente, estar siempre dispuesta ayudar, a servir, sintiendo la energía de las otras personas lo que me permite entenderlas un poco más en su esencia y en sus falencias; es por eso que valoro con el corazón todas aquellas personas que en esta ocasión han estado para mi.

Cuando vivimos dentro de sociedades que nos absorben, vivimos irrealidades y fantasías que nublan nuestro buen juicioso; allí dejamos de escucharnos y de cuestionarnos cual es el propósito real de nuestra vida y que es lo único que no podemos permitirnos perder, pues a mi mismo,  yo soy lo más importante.

Solo inténtenlo, un día para ustedes solos; sin compañía, sin celulares, solo usted con el silencio y su mente, escuche todo lo que ella tiene que decirle y luego cuestiónese si no tuviera nada, ni reconocimiento, ni dinero, ni status, ni amigos; y solo pudiera tener una cosa en ese momento que seria. Hoy mismo pregúnteselo estoy convencida que su intuición traería la respuesta enseguida.

La vida es tan cortita y a veces perdemos tanto tiempo sin vivirla sobre la base de lo importante, lo que nos construye un futuro y nos enriquece el corazón; y nos dedicamos a permitir que los limites de una sociedad que nos absorbe sea quien marque el rumbo de nuestros caminos por el simple deseo de permanecer en ella y mantener un reconocimiento que al final del día, es efímero.

Hay que volver a lo simple, a la grandeza del amor, a la sabiduría de las decisiones difíciles de tomar, a la calidez de las sonrisas para alegrar el alma, a la fortaleza para no desfallecer en los momentos difíciles, a dormir tranquilos;  no podemos pasar por aquí sin construir una hermosa historia que permita dejar una huella en muchos corazones.

Que el inicio de esta navidad cuestione cada propósito que se tracen para buscar ser cada vez una mejor persona, y les permita tener el coraje y el carácter para mantener el rumbo correcto en búsqueda de la felicidad, que debería ser el fin de nuestros propósitos; pero sobre todo para que no pierdan el norte de lo más valioso en la vida. “El Amor”.