Ma. Alejandra Trujillo (Quito – Ecuador)

Nuestro canal perceptual tiene un mar de emociones que cuenta con una realidad tangible de mantenernos en una oscuridad aparente que no nos permite sentir.

Mantenemos sentimientos inconscientes atados al odio, al dolor y al sufrimiento de pasadas vivencias, que nos llevan o huir; a generar emociones enturbiadas por el miedo a ver un camino diferente, un camino que te puede hacer brillar; así como los alacranes que prefieren vivir en la oscuridad guardando una memoria ancestral de luz.

Cuando hablamos de madurar es solo un sentido figurativo de la edad, todo dependerá en que etapa de la vida nos encontramos ya que la madurez la alcanzamos cuando logramos tener la mente tranquila, creando desde una nueva forma de aprendizaje, activando las sensaciones cono el ciclo que desarrolla la madurez,  desaprendiendo todo lo que te mantiene en la oscuridad.

Desde la capacidad inconsciente de tener realidades y emociones que nos llevan a los desafíos, de cazar emociones ocultas que nos han manipulado estancándonos, volviendo a hacer depredadores de emociones que buscan un nuevo proceso de transformar las creaciones en una realidad colectiva que permita a la mente soltar todo aquello que me impide volar.

Es como ser un águila que en su madurez solo tienen dos decisiones, reinventarse o morir; un proceso que las lleva a un entorno agreste para tomar esa decisión de cerrar ese ciclo de aprendizaje, transformarse y evolucionar o desaparecer.

Las que deciden volar más alto solo deben arrancarse el pico a golpes contra los riscos esperando que vuelva a crecer, cuando su nuevo pico crece, se arrancan las garras; con sus nuevas garras se arrancan las plumas esperando ansiosamente que crezcan para luego volar sin limites, disfrutando a plenitud la sensación de libertad y valorando esas cosas maravillosas que estuvieron a su lado, mientras ese sufrimiento pasajero las hacia más fuertes.

La vida nos pone frente a  personas que rompen paradigmas, que nos acompañan mientras cambiamos las plumas, generan tanta seguridad que nos hacen salir de la cama sin importar la hora para llevarte de su mano a cantar, o vigilan la ruta que tomas en el carro asignado hasta llegar a tu casa, o preguntan si te llevan leche de almendras para tu café, o dibujan tu sonrisa al despertar con un pequeño mensaje.

Personas que valoran tu esencia y desean dejarte sensaciones marcadas para que no olvides tu propósito

Personas que nos desafían a salir de las sombras para que emerja tu luz y pierdas todos los miedos a ser feliz.