Nuestra mente siempre nos juega una mala pasada se siente dueña de nosotros, vivimos a su ritmo, al que nos marca por las vivencias que hemos tenido en nuestro camino,  a lo que por instinto ella propone y dispone que hagamos, pero así no debería ser esta ecuación.

Tener miedo al fracaso nos hace débiles, porque siempre estaremos escapándonos de vivir intensamente cosas  que tienen la gran posibilidad de ser maravillosas y dibujarnos sonrisas, por el simple hecho de evitar que nos lastimen.

Afrontar las frustraciones nos moldea, nos da carácter, nos hace sangrar el alma, pero al asumirlas nos libera de todos los paradigmas que la sociedad nos ha demarcado, nos despoja de cargas que no nos deja volar, que no nos permite sentir, por eso hay que DESAPRENDER  para borrar todo lo que nos lastima, lo que ya cumplió su ciclo de enseñanza, y comenzar como una hoja en blanco a reescribirnos.

La mente hay que aprender a callarla, detenerla y ordenarla para que sincronice los verdaderos deseos que nacen en nuestro corazón y tener la fuerza necesaria para realizarlos, sin distracciones, sin miedos, sin escapes.

Debería ser el propósito de cada ser humano, entender su verdad y encontrar lo simple, lo sencillo, lo intenso, su esencia.

Ver lo maravilloso que es el reflejo de la luna sobre el mar, las pestañas rizadas que se confunden con el brillo de los ojos, la sonrisa de emoción, el abrazo que te da seguridad, las caricias que quedan dibujadas en tu piel,  las manos que con ternura calman tu dolor, las palabras que se graban en el alma; tantas cosas que se pueden guardar como un tesoro para que al cerrar los ojos con solo volverlas a recordar te transporte a esos momentos de plenitud y felicidad.

Cuando apagas una vela de cumpleaños es un ritual al Universo, a nuestro Dios, a la vida, para que nos cumpla un deseo, el cual siempre puede regresar si estamos preparados para recibirlo; hoy el interrogante es ese, si estas listo para vivir, para sonreír, para ser feliz.

Somos cuerpo, alma y mente que solo brillan si todas están alineadas a tu propósito, pregúntense cual es el suyo y no se detengan hasta lograrlo, yo tengo claro el mío.

“SER FELIZ, AMANDO INTENSAMENTE”