AQUI ESTOY

21 agosto, 2022

Por : Ma. Alejandra Trujillo (Lima, Perú)

Fuera de la política que es mi constante durante 20 horas al día, el universo me ha forzado a ver más allá de lo evidente y entender cuál es la esencia real de nuestro paso por este plano astral.

Encontrar mi “esencia” ha sido un periodo de aprendizaje constante, cada día siento que me esta mostrando que es muy poco el tiempo que me queda para ser feliz, y que debo aprender hacerlo, disfrutarlo, sentirlo y respirarlo, es por eso que estoy segura de que la vida y el tiempo se encarga de hacer el mejor maridaje para encontrar el camino a esos verdaderos momentos de felicidad.

La mayoría de nosotros nos ocultamos detrás de nuestro mundo profesional, laboral, reuniones, proyectos. Ya ni respondemos los mensajes de las personas que amamos como prioridad, decimos para nuestro propio consentimiento que ellos pueden esperar, pero el trabajo no.

Nos saturamos buscando ocupar el mayor tiempo de nuestras vidas, en algo que a simple vista parece importante para nuestra realización en ese plano, aunque es necesaria, la realidad es que lo que deseamos es mantenernos ocupados, saturando nuestro tiempo para huir de lo que más nos cuesta, AMAR.

Vivimos inmersos en tantas cosas urgentes, que olvidamos lo maravilloso que son los momentos simples, caminar descalzos en la playa, ver el atardecer si es posible con una buena botella (de espumoso lo cual lo hace mucho mejor), cantar karaoke desde la cama o disfrutar de los pecados capitales, aclarando que es un delicioso restaurante en donde, desde que llegas todo se vuelve mágico

Alguien muy especial me decía que a veces hay buenas ideas, pero de cada diez sólo una se puede realizar. La razón: hay factores externos que nos complican esas ideas.  Yo solo le pedí que rompiera paradigmas y límites a su felicidad, que era mucho mejor no pensar en esas 10 cosas, que sólo había que pensar en una y buscar la manera de lograrla.

De que nos valen reconocimientos, triunfos, éxitos, dinero, si no tenemos cada día alguien que con sus ojos brillando sonría por cada cosa que logramos, he aprendido a amar a todas las personas que son importantes en mi corazón.

Por que para mi decir te quiero es muy frío, porque yo quiero viajes, zapatos y playa; pero amo a las personas que por algún motivo están en mi vida, que me dan su tiempo, sus palabras, que me cuidan y están pendientes de mi (o importan desde donde estén). Sentir su calor, sus palabras y su apoyo a la distancia me comprometen a ser cada día mejor para ellos.

He aprendido a decir “te extraño” así no me respondan, a pedir más tiempo así no me lo den, aprendí a no suponer nada, aprendí que es mejor decir las cosas que siento, quiero y anhelo, no se imaginan cuantas personas esperan que digamos estas cosas.

Se pierden tantas cosas por la simple costumbre de huir, de no ser valientes y arriesgarse amar, a vivir intensamente en el poco tiempo que tenemos para hacerlo, porque lastimosamente aunque siempre nos lo digan de broma, nada material se ira con nosotros, solo nos llevaremos la ilusión de volver a encontrar en otra vida a esa persona que te hace brillar.

Y aunque no lo crean, ser un ángel no es fácil pero lo intento cada día y voy por un buen camino el ser paciente, sabia y amarlo, hasta que decida llegar.

0 Comments