Ma. Alejandra Trujillo – Santa Marta – Colombia

Los que jugamos ajedrez conocemos muy bien cual es la función de la reina, cuidar al rey; siendo la encargada de mantenerlo protegido y atacar en su defensa

De igual forma en la vida real necesitamos ser estratégicos y realizar los movimientos correctos para lograr nuestros propósitos.

La toma de decisiones dependerá de las habilidades de cada individuo,

muchos de ellos prefieren evitar los riesgos y mantenerse en su linea de confort, huir de los mejores retos de vida por el temor a lo desconocido o perder personas maravillosas por el solo temor de amarlas.

También nos encontramos con audaces que no le temen a lanzarse al vacío sin paracaídas y armarlo en vuelo, por que

están convencidos de ellos mismos, de su carácter, su fuerza, su capacidad de conquistar el mundo; sin temor, ni prejuicios solo buscando el verdadero fin, ser felices.

La reina en el juego siempre esta a la defensiva, pero a veces no falta quien mueva el tablero y lo desacomode, poniéndola en aprietos;  logrando que baja la guardia y permitiendo un ataque inminente. Eso no equivale a que sale del juego, sino que se alista para jugar en un nuevo tablero.

Parece que a veces la vida nos enseña que es necesario que nos muevan el tablero, para demostrarnos que el rey no es lo que importa, sino cuanto vale la guerrera, la reina.